Después de otro mes sin escribir volvemos al blogeo. El último mes estuvimos trabajando con nuestros queridos amigos los lamas tibetanos del monasterio de Gaden Shartse en Madrid, siempre es un placer convivir con esas maravillosas y simples gentes, que demuestran su sabiduría en la práctica cada momento y no dando sermones egocéntricos. Durante este mes pude dar 5 conferencias sobre medicina tibetana y ayurvédica junto con el doctor Sherab, y una conferencia de cuatro horas  sobre la ciencia de la Vida, El Ayurveda. Así que pensamos continuar con estas maravillosas y ancestrales técnicas en esta isla de Ibiza en la que estamos ahora ya estabilizados.

  Este verano estaremos en este impresionante lugar del mundo realizando viajes para conocer la isla, su magia, sus secretos, sus mejores lugares, sus leyendas y sus fuerzas escondidas. Y transmitir terapias naturales, especialmente el ayurveda, la cual consideramos la madre de todas las terapias, no sólo por su antigüedad, sin duda la más antigua de la Tierra, si no por  los resultados comprobados durante siglos.

 Esta isla es una completa desconocida en cuanto a sus tesoros ocultos. Tanto por sus fuerzas telúricas comprobadas por personas de todos lo lugares, como sus secretos milenarios y rincones maravillosos. Es una pena que se la identifique exclusivamente como la isla de la fiesta y el glamour, y las playas llenas de gentes encremadas y tostándose al Sol. Ibiza es mucho más, muchísimo más. Espero que  podamos aportar un granito de arena para que la gente conozca uno de los lugares más maravillosos del Mediterráneo, y que las fuerzas sanadoras y reparadoras de esta isla continúen cargando a la gente como durante milenios ha ocurrido. Cuando se escucha la palabra Ibiza, siempre viene a la mente el glamour, las discotecas, las pasarelas, las Drac Queens, y el tonteo generalizado, pero eso es un cinco por ciento de la realidad de esta isla, es lo que se ha querido vender al exterior, la pura superficialidad. Y eso es lo que ha atraído, gente superficial y lugares superficiales. Y por supuesto dinero, que normalmente y como casi siempre se ha quedado en manos de unos pocos a costa de cargarse muchos lugares que desde hace milenios se habían mantenido vírgenes.  Pero repito, que eso ocurre en una minoría de la isla, el resto sigue siendo un auténtico paraíso, con sus aguas turquesas, sus costas escarpadas, casas payesas que conservan plenamente su estructura fenicia, cuevas ancestrales, valles y bosques solitarios, y una ciudad, Patrimonio de la Humanidad, mezcla de innumerables culturas que desde hace 2700 años han creado la maravilla que podemos hoy contemplar.

Estuve viviendo tres años en esta isla, y fue entonces cuando comencé a conocer sus lugares y sus secretos, su historia oculta y sus fuerzas escondidas, y por experiencia se que todo el mundo que viene a esta isla vuelve transformado y renovado. Hay algo incomprensible que desde siempre ha cautivado a las gentes que por aquí han pasado, y eso es lo que queremos transmitir a las gentes que vengan en los viajes que estamos preparando. Para poder transmitir todo eso, primeramente tenemos que sentirlo nosotros, por eso hemos venido este 2013 a esta isla, cada momento, cada imagen, me llenan de felicidad, en la simpleza de sus belleza y de su espíritu, la isla es riqueza pura, un absoluto tesoro, no hace falta engalanarla ni artificializarla, la isla en sí es lo que vale. Nuestro amigo Mike de Cornwall nos dijo una vez que complicarse la vida y complicar la vida a los demás es muy simple, la verdadera genialidad consiste en llevar una vida simple. Pasa un poco lo mismo con esta isla, la hemos complicado, cuando ella misma tenía de sobra para todos.

  Estamos ahora en una maravillosa casa payesa, cerca de San Mateu, en la zona norte de la isla, la zona más tranquila y mejor conservada. La casa  con su arquitectura de estilo fenicio, está rodeada de una finca y bosques de pinos y sabinas, así que aquí estamos respirando la tranquilidad ibizenca y disfrutando de cada momento, simplemente estando. Después de tantísimos meses de movimiento continuo, pararemos unos meses, aunque al final nos movemos más que nunca porque hacemos cientos de kms, de playa en playa y de lugar en lugar, siempre en busca de los atardeceres.

Este fin de semana hemos estado en el mercadillo medieval de la ciudad de Ibiza. La verdad es que me sorprendió, parecía que estaba en otros tiempos legendarios en los que la ciudad de Ibiza era un lugar de encuentro entre todas las culturas mediterráneas. Estaba toda la ciudad engalonada con telas y estandartes medievales, llenísima de tenderetes de estilo medieval y pasacalles, y teatros de magia y músicos juglares por las calles, endulzado por el ambiente relajado y desinibido de esta isla. Por la tarde nos fuimos con nuestros amigos a la cala de Benirrás, una de las más míticas y conocidas de la isla. Todos los domingos se reúnen cientos de personas a tocar los tambores y diferentes instrumentos a la puesta de Sol. Los domingos en Benirrás son tremendos, bailando al atardecer en la orilla del mar al ritmo de la tierra y los tambores, sin protocolos, sin postureos, sin horarios, puramente salvaje y natural. El opuesto absoluta de la Ibiza glamurosa del otro lado del isla.

 Ahora escribo este blog en el jardín de la casita payesa, escuchando pájaros y el viento entre los pinos, intentaré escribir estos días los blogs de Australia y de la India, que llevamos meses detrás de ellos…  

  Desde San Mateu, Ibiza.