Como viene siendo tradición en los últimos años, los días antes del festival de Maker, nos ponemos a pintar carteles y señales con los acrílicos, siempre a última hora. Los organizadores de Maker Festival, Pete y Loobs son buenos amigos nuestros desde hace años y siempre nos dan la entrada, así que les pintamos lo que necesiten y todos contentos. Unos amigos de Extremadura y Toledo habían llegado el día anterior desde el aeropuerto de Londres, Nadir y Fran. Les dimos instrucciones para llegar al festival y encontrarnos. Atravesaron en autobuses el sur de Inglaterra hasta llegar a este recóndito lugar, y consiguieron no sabemos cómo, con su inglés extremeño y toledano, llegar hasta allí y encontrar a nuestros amigos de Millbrook y a Rosy, que la conocieron en España.
Siempre disfrutamos mucho el festival. Es local, con aldeanos de la zona, con grupos de música locales, realmente es un festival Hobbit. Por una vez al año los habitantes de esta comarca se reúnen, bailan, cantan, se emborrachan y se ríen mucho, como hacían sus ancestros y de vez en cuando se empapan bajo la lluvia inglesa. Es un entrañable festival en la colina de Maker, con unas vistas impresionantes.
El domingo por la tarde, bajamos de festivalandia, a la casa de nuestro amigo Mike. Como era tradición, preparamos algo de comer y de beber, y desde dos mil kilómetros de nuestro país, disfrutamos del partidazo del final de la eurocopa. ¿Cómo nos pueden gustar las antiguas civilizaciones, y los templos, y las líneas de energía, y la meditación, el budismo tibetano y los viajes al más allá y al más acá, y al mismo tiempo disfrutar de un absurdo partido de fútbol? Pues porque todo es ilusión, y un juego cósmico de la consciencia. Sabíamos que si ganaba España millones de personas se iban a alegrar, hasta mi familia con mi abuela estaban reunidos viendo el partido y no son nada futboleros. Poco a poco me voy enterando de qué es fuera de juego y esas cosas, y resulta hasta muy emocionante. Leí muchas cosas sobre cómo mientras ganábamos el partido los bancos nos seguían robando y los políticos mintiendo. ¿Acaso esos canallas iban a dejar de hacerlo porque ninguno de nosotros viéramos el partido? Seguirán robando y mintiendo mientras sigamos permitiéndoles y por lo visto seguimos. Cuidadito con los tiempos que corren…
Esta semana ha sido bastante lluviosa, parece que ya esta cambiando el clima a mejor. Nuestros amigos Fran y Nadir, seguían en la colina de Maker, durmiendo al lado de un tipi, y calentándose con su fuego, nuestros colegas ingleses que son bastante hippies, les han tratado de maravilla y les han cebado.
Uno de esos días fuimos de compras a Plymouth, y en el ferry de repente apareció Pablo, un madrileño majísimo, que se alegró al ver que éramos españoles. Al minuto nos dijo que fuéramos la mañana siguiente a una nave donde se encontraba su empresa de pescados, y que nos regalaría una bolsa variada. Y ahí estábamos al día siguiente con él y su chica Susana. Nos enseñaron la fábrica y nos dieron el pescado, quedamos con ellos por la tarde en Millbrook para hacernos una barbacoa y celebrar un día más en esta tierra. Unas cervezas, un buen vinito español, langostinos y un gran rape, en compañía de unos cuantos amigos con una buena vista y una tarde soleada eran todo lo que hacía falta para pasar una feliz tarde. Acabamos a la una de la mañana en el barco de Merv y Sarah, otros buenos amigos de la comarca.
Unos paseítos por las playas de Whitesand y Looe para disfrutar del Atlántico, otra cenita en una preciosa cabañita al pie de los acantilados ayer noche, y ya estamos casi preparados para salir de nuevo de aventura hacia la zona neolítica de los cropcircles, improvisaremos alguna visita de camino, y nos dejaremos llevar de nuevo hasta esos increíbles círculos de las cosechas que van apareciendo en Wiltshire.
Por cierto antes de echarnos a la carretera estamos terminando de preparar unas tortillas de patata con aceitito de oliva para llevarnos de camino, como mandan las antiguas costumbres ibéricas.
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