Salimos a mediodía del día 19 hacia el aeropuerto de Bristol, para buscar a Dani y a David, que llegaban a las tres de la tarde para comenzar el viaje con nosotros. Este primer viaje lo haremos como grupo privado, y nos dejaremos fluir e improvisar e cada momento. En estos momentos en Inglaterra es Solsticio de verano, y toda la zona que vamos está hasta arriba de gente, ya que en todo el país el tema del solsticio es algo importantísimo, desde hace miles de años.
Fuimos directamente al Bargue Inn, el camping en cuya taberna desde hace más de 20 años, se reunían los amantes de los Crop Circles, para compartir información de donde habían aparecido los nuevos círculos, y especular sobre cómo, quién, y para qué se habían formado. El fenómeno de los Crop Circles se viene repitiendo desde hace muchos más años de lo que parece, de hecho hay dibujos de siglos atrás en los que parece claro que se cita el tema, diciendo que era el diablo el que hacía esos círculos en los campos de cereales, pero especialmente desde los años ochenta en los que el fenómeno se expandió de manera exponencial tanto en cantidad como en calidad.
Para quien no lo sepa, los Crop Circles son diseños, en su mayoría geométricos, realizados en los campos de cereales, de diversos lugares del planeta, especialmente en el suroeste de Inglaterra. Lo extraño del asunto es que todavía no se sabe a ciencia cierta quien realiza todos estos dibujos, ya que muchos de ellos aparecen en las cortas noches de verano, lloviendo y con viento, y sin ninguna huella que delate a los hacedores. Muchos de ellos son descarados trabajos hechos por personas que utilizan tablas y cuerdas. Otros no tienen explicación, y lo que sí es seguro es que prácticamente nunca se ve a quien los hace, y la policía no pesca casi nunca a nadie haciéndolo, ya que no se utilizan luces. La mayoría de los diseños son preciosas obras de arte, con un geometría y unos mensajes codificados asombrosos, y son temporales, como los mandalas tibetanos, duran días y a veces horas.
Lo que si está claro es que después de cuatro veranos viendo estas obras, seguimos convencidos que la verdadera magia que tienen es la manera en que unen a gentes de todo el mundo interesadas en algo que sus mentes racionales no entienden pero que les llena de asombro y llena sus caras de alegría y de ilusión. Cada uno los ve según sus ideas, prejuicios, conceptos, miedos, ilusiones y demás maneras de pensar, a cada uno les llega de una manera, pero a todos les llega algo. Hay quien piensa que son obra de extraterrestres, con la intención de comunicarnos diferentes mensajes; otros piensan que son obras hechas por los humanos para comunicar mensajes a los extraterrestres; otros que lo hacen humanos bajo ordenes desconocidas, a modo de trances. Unos canalizan, otros especulan, otros inventan, otros calculan, pero ellos ahí siguen apareciendo, decenas de ellos, para nuestro asombro y duda.
Estamos preparando un documental con los últimos cuatro veranos, con infinidad de entrevistas e imágenes. Cuanto más investigas en este misterio menos se sabe. Prefiero mantenerme en un punto medio, entre la credulidad y el escepticismo más racional. Entre el ¨me lo creo todo ¨y el ¨no me creo nada”, porque ni he estado en todos los círculos, ni he presenciado ninguna formación, y cada persona te cuenta una cosa diferente, con lo cual cualquier juicio que sacara no sería más que basado en un cúmulo de experiencias personales y encuentros con gente y lectura de libros escritos por autores de todo tipo.
Hay un tipo de gente que no quiere creer nada que no vea, pese o mida, nada que la mente racional no pueda entender. Quizás sea un poco de miedo al otro lado, al Misterio que ha perseguido a la humanidad desde su comienzo, a perder el punto de equilibrio que el racionalismo les ha moldeado, a mirar al otro lado del espejo… Y hay otro tipo de gente que se lo quiere creer todo, tiene excesiva necesidad de algo de fuera de este mundo que le hace aceptar cualquier cosa que oiga y lea. Confían ciegamente en maestros engreídos y altivos, y en filosofías de mundos de hadas. A este tipo de gente no le gusta escuchar que hay cosas increíbles que parecen espirituales y sagradas, que no lo son, o al menos lo son tanto como el canto de un pájaro o la caca de una vaca. Entre estos dos tipos hay una infinitud de gamas diferentes de acercamientos a estos fenómenos, sean Crop Circles, Ley Lines, puntos telúricos, o lo que sea.
Después de comer en la vieja taberna Waggon and Horses , del siglo XVI, en la que estuvo entre otros muchos Charles Dickens, subimos a la colina de Knapp Hill, una colina con restos de asentamientos neolíticos, desde la que se ve la infinitud de los campos de Wiltshire. Allí nos encontramos con dos ¨croppies¨, como llaman en Inglaterra a los que llevan años siguiendo este fenómeno. Viv y Graeme. De unos cincuenta y sesenta años, y más de veinte veranos siguiendo el fenómeno. En seguida nos hablaron de lo preocupante que está el mundo, de lo apunto que está de dar un gran cambio en muchos niveles, y de la agenda secreta que tienen los que mueven los hilos de todos los títeres políticos. Los dos están convencidos de la conexión del fenómeno con el tema extraterrestre, y de que este año es un año muy importante . Al atardecer fuimos a Avebury, el círculo de piedras mas ancho que existe, uno de los lugares más impresionantes de Inglaterra, y uno de los centros ceremoniales más grandes y antiguos del mundo. Además por el pasan y se cruzan las líneas Ley de energía telúrica, Mary y Michael, que atraviesan el país. Beatriz y yo subimos a dormir al aparcamiento de la colina de Knapp Hill en la que durante años, mucha gente ha estado en vela noches enteras en busca de luces y de ver aparecer algún circulo en los alrededores.
Cuando nos levantamos la mañana siguiente, empezamos a ver un helicóptero y varias avionetas sobrevolando cerca de la colina, y en seguida pensamos que había aparecido un nuevo Crop Circle en los alrededores y así fue. Recogimos a Dani y a David y nos fuimos a la tienda de todo lo referente a los crop circles, llamada Silent Circle. en la cual hay mapas de los lugares donde aparecen, y el hombre que lo lleva, Charles Mallet, investigador desde hace dos décadas del fenómeno y creador de la página web ¨www.silentcircle.com¨ en la que se puede ver cada día las nuevas formaciones, sus localizaciones y demás información útil sobre el fenómeno. Allí nos informó de los nuevos Crop Circles que habían aparecido esa misma mañana, uno de ellos justo debajo de Knapp Hill, el lugar en el que dormimos.
Cogimos el coche y salimos hacia la colina, aparcamos y comenzamos a andar hacia los nuevos círculos. Conocimos a tres mujeres españolas muy interesadas en ver un Crop Circle, y nunca habían visto ninguno, así que fue un placer llevarlas hasta allí. Siempre me gusta ver las caras de la gente cuando llegan a su primer crop, mezcla de asombro, ilusión, duda y extrañeza ante un fenómeno que se escapa de los parámetros habituales. El primer Crop Circle era un flor de la vida, muy bien trazada, muy limpia. Fuimos casi de los primeros que llegamos, y eso es un lujo ya que ves el trigo recién doblado casi, sin que nadie lo haya tocado ni pisado. Nos hubiéramos quedado horas en él, pero había muchas cosas que ver, así que continuamos hacia el siguiente. Tardamos un par de horas en llegar, ya que estaba mucho más lejos de lo que marcaba el plano de la tienda. Atravesando colinas y bosque preciosos hasta encontrar el campo. Nos quedarían aún tres horas de camino de vuelta hasta el coche, pero en ese momento me llamó mi queridísima amiga Martiña, de Santiago de Compostela, y quedamos en seguida al lado de ese campo de trigo. Hacía un año que no nos veíamos y justo llegó con el coche al mismo tiempo que nosotros andando, si haberlo calculado ni premeditado. El ¨caos¨ natural casi siempre nos lleva a situaciones perfectas como esa. Si lo hubiéramos querido calcular no hubiéramos llegado ni de coña a la misma hora desde lugares tan diferentes. Tras observar ese segundo circulo, muy pequeño y normalito por cierto. Los Crop Circles impresionantes que aparecen en las postales salen a mediados de julio, así que tenemos paciencia, porque cada año van apareciendo así.
Por la tarde nos subimos a la colina neolítica artificial de Silbury Hill, también una de las más grandes y antiguas del mundo, un lugar del cual no se sabe nada, ni la época exacta, ni quien lo hizo ni para qué. Es uno de los lugares de Inglaterra en los que más luces relacionadas con el fenómeno ovni se han visto. Desde allí arriba vimos el Crop Circle que había en las colinas de enfrente y antes de que anocheciera bajamos a los campos para verlo. Una serie de círculos y líneas bastante bien hecho en el medio del campo de trigo. No sólo es lo curioso del asunto, también son los paseos tan estupendos que te das en busca de esos dibujos, caminando entre campos de trigo y cebada, con vistas espectaculares de la verdes praderas inglesas.
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